Hace tiempo ya que no escribía, nueve meses no exactos pero salida ya de cuentas, creo que debo parir algo, aunque sea una emoción, un deseo, un acto de contrición, no sé , algo. Y me he puesto, con un año más encima, menos ganas de encontrar lo que quiero, y que aparezca esa aguja del pajar que tanto hablan. No sé, en esta gestación algo ha pasado, quedan restos de relaciones, extractos y extraños. quedan atrás ilusiones, sueños. toca esa etapa de pensar que como después de la tormenta viene la calma, así a mi me toca ir reposando en otros estuarios más tranquilos. Simplemente una terapia donde no hay ni indagador ni indagado. Probablemente volveré , de hecho estoy aqui, limpiando y abriendo ventanas para que el aire se renueve, se limpie, entre luz por los rincones. como alguien oriental me dijo, hay cosas que por ley de feng-shui se deberian acatar y son : lo viejo, lo roto y lo estropeado tienen que salir fuera del entorno, para asi dar lugar al presente, a lo nuevo y a lo funcional.No lo digo yo, es regla de convivencia con la energia que nos rige y rige el universo. cuando esto ocurre, ocurre tambien un cambio existencial. Así que manos a la obra, estrenando verano y calor con este pequeño relato.
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