Te invito a entrar en mi vida... sin pretender que sea para siempre.
Te invito a permanecer a mi lado... sin obligarte a firmar contrato de permanencia.
Te invito a que me acompañes en mis sueños... sin que te sientas obligado a soñar conmigo.
Te invito a caminar de mi mano por el parque... sin pretender que te mojes con la misma lluvia.
Te invito a remar cuesta arriba en el río de la vida... sin exigirte que tomes un remo para ayudarme. Sólo quiero que me atiendas cuando te digo que tengo mis brazos cansados de tanto remar sola, lo comprendas y no lo cuestiones.
Te invito a mi corazón ansioso por cambiar el mundo... sin que esto te implique a ti decir: "gracias", "lo siento", "te quiero", "perdón"... Sólo un : ¿Me necesitas?... ¡estoy aquí!!...¡eres muy importante para mí!
Te invito a desplegar las alas de la fantasía... sin que ello te obligue a volar en mi misma dirección.
Te invito a cantar una canción... sin que esto te obligue a aprender la letra ni la melodía de memoria.
Te invito a entrar en mi corazón... sin que te sientas presionada a quedarte a vivir en él.
Te invito a mirar juntos el futuro con esperanza... sin pretender con ello que tengas mis mismos objetivos.
Te invito a entrar en mi memoria y recorras mi pasado... sin que necesariamente me cuestiones ¿por qué no estabas ahí?
Te invito a que leas mis poemas de amor... sin que necesariamente debas darme una opinión sobre ellos.
Te invito a que seamos uno, pero en dos cuerpos.....
Sin usurparnos, sin asfixiarnos.... SOLO COMO LO QUE SOMOS.
Roberto Ossorio 6 marzo2010
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