lunes, 17 de agosto de 2009

CON Y SIN PERMISO DE MI NARRADOR FAVORITO FRAN BESADA

De las ganas y perdido en mil batallas.....

La misma sinrazón aparente que me atrajo a ti, me aleja en un silencioso ahogo, y te pruebo...
los besos hermitaños entre la espalda y tu cintura, marcan de lejos lo que se avecina, sin testigos que a estas alturas, estarían de paso, como antes, entre mis brazos y tus labios, lamiendo, besando , apartando a cada lado, algo mas de lo que nunca antes nos dimos..... y no solo fueron abrazos.

Recorre la comisura de mis labios, el sendero dulce y suave de tus piernas, y recala mi barco hecho de antojos y necesidades, el puerto angosto, antes de la travesía y ahora aclimatado, sensual y sin perjuicios,
para darte de beber, si me lo pides, tu propio yo que ya cubre las velas izadas de este navío, frente a las tormentas desatadas en un mar de palabras, silencios, ecos y rumores...

Y me detengo, extraño la oscuridad de tus pupilas, y me elevas, mas allá de lo reconocido, sin medidas, ni oropeles, sin aplausos, sin rubores, me alzas por encima de tu cabellera, en un vaivén de salivas y embestidas, dulces, suaves, acompasadas hasta tu talle, que otra vez, siempre la penúltima, es el rincón casi favorito de mis batallas; donde acaricio la proa de tu fachada, y en la espera, te revuelves como una gata, y ronroneas...

soy el hilo que ahora juguetea entre tus manos, y sobresalgo, y en sobresaltos, se deja , se abandona, se alimenta y se llena de ti, como tu de mi, y se empapa... y pecamos, y con regusto, nos hacemos de una capa de piel, toda la cama, que se queda revuelta y caliente, mientras nos espera en la ducha, otra guerra inacabada....

y eres, la savia, la entereza, y es tu cuerpo , la diana para con mi lanza, donde escribo frases nuevas, nuevas todas y sin pausas, pero sin prisas, que estas nunca fueron buenas en ninguna danza,
donde tu cuerpo es la batuta, y el mío, parte incombustible de tu alma...
y así, empezamos de nuevo, con ansias y hambre renovada, para alimentarte con mis besos,
para perderme por tu espalda, y mi lengua, ya no sabe, ni distingue del tuyo , mi sabor sal y canción
placer, sueño, abrazo, calma..... y la tuya, corazón, la que susurra, grita, llora y calla...

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